sábado, 17 de noviembre de 2012

M A R I N A, de Aarón B.


Bueno, pues por lo que veo hoy cumple la Señorita Machado. Aunque ya no sea tan señorita, para mí lo seguirá siendo, incluso una niña. Una chica que, sin serlo, es sangre de mi sangre; como una hermana pequeña. Jamás permitiría que le pasara algo, ni siquiera dejaría esa posibilidad. No sé por qué motivo siento ese complejo de protector. Lo único que sé es que merece la pena.

Gracias a ello, he conocido a una persona encantadora, capaz de darlo todo por los demás. Te ofrece locura, diversión, profesionalidad, sensibilidad, espontaneidad. No sólo me llevo este premio, sino a su familia, una familia que desde unos años me ha tratado como a un hijo. Siempre, en todo.

A veces doy las gracias por haber conseguido formar este círculo tan familiar con ellos, pero luego me doy cuenta que ha sido todo casualidad de la vida y que, sin quererlo ni buscarlo, me encuentro estudiando en el Conservatori Liceu de Barcelona gracias a su padre, uno de los que más me ayudó a conseguirlo.

La relación con la señorita Machado la establecí ya siendo un admirador de sus padres, lo cual hizo que me fuera más fácil unirme a ella. Luego me di cuenta de que, aunque no hubiese conocido a sus padres, me hubiera muerto por haberla encontrado. Pero así es, un gran privilegio que esas tres personas vinieran en un pack.

Con esta carta solamente quería permitirme el lujo de felicitar a una hermana pequeña, capaz de animarme en un día triste, capaz de entristecerme por alguna anécdota suya, capaz de perder los papeles con tal de que no le ocurra nada… Por ella haría lo que fuera. Es una de las personas que más quiero en mi vida.

Me siento muy afortunado de poder dirigirme a ti con estas palabras, “hermana pequeña”. Es un placer formar parte de ti, de tu vida, de tu familia.

Te quiero mucho, pequeña.

Aunque este año no pueda vigilarte las 24 horas del día, tengo muchos contactos y cada día me aseguro de que estés bien.



Muchas felicidades,
Aarón B.

domingo, 22 de julio de 2012

La suerte de mi vida, 270310.


                                                                                            Pienso que debería seguir dando las gracias por estar aquí y poder disfrutar de lo que no podría haber disfrutado si me hubiese ido al más allá.

Tenemos que luchar, de Aarón B.




Hay veces en las que no nos atrevemos a expresarnos por miedo. No hablo de casos sin importancia, sino cuando realmente están jugando con tu vida. Es un juego de azar; vivir o morir.

Algunos no hablaron por miedo a morir; mientras otros no tuvieron temor para hablar de los demás. Muchos de ellos no saben cómo aguantaron todo el tiempo que aguantaron, pues también tenían hijos, hermanos, padres o cualquier familiar a su cargo.

Nosotros, que en comparación vivimos como reyes, lloramos cada vez que vemos esas imágenes tan dolorosas de guerras como la de Bosnia y Herzegovina. Pero no pasamos ni lo mejor de lo que ellos pasan o han pasado, porque es un sufrimiento intolerable.

Creemos sufrir cuando nos hacemos daño. Pensamos que se nos cae el mundo encima cuando estamos dolidos por amor. Pero jamás podremos ni imaginar todo lo que ellos, humanos como nosotros, han tenido que pasar sin merecerlo.

©2012, Aarón Barreiro Moreno

(Foto extraída de el periódico El País)

sábado, 7 de julio de 2012

Disfrutemos, de Aarón B.


Tenemos que vivir la vida al máximo; pero no vale sólo con vivirla, debemos disfrutarla. Disfrutar todos los momentos, malos y buenos. Los buenos nos hacen sonreír, los malos nos hacen más fuertes. Disfruta cuando te expresas, no te expreses con miedo. Disfruta cuando llores, desahógate. Disfruta con la música, escuchándola o haciéndola. Si te das la vuelta en el camino, estás tú solo. Recuerda: naciste solo y morirás solo. A pesar de que nos rodeen muchísimas personas que valoramos y a las que queremos, como tu familia y amigos, debemos saber siempre quiénes somos nosotros mismos. Como nacimos, moriremos. Las personas cambian y maduran con el tiempo y con la experiencia, pero siempre seremos los mismos cristianos que tememos al león del circo romano. Por tanto, vive y sé feliz, como decían Timón y Pumba, dos amigos de mi infancia.

©2012, Aarón Barreiro Moreno.


jueves, 7 de junio de 2012

Monotonía cero, de Aarón B.


Por todos esos momentos en los que cambias de color mi vida, le das otro sentido, me enseñas otra dirección en el amor, me das la felicidad. Brindemos hoy, tú y yo, por esos momentos. Quiero dar tan solo un trago de esta copa; nuestra copa. Una copa feliz, como tú y yo, como nuestra relación. Alegría por aquí, alegría por allá. Fomentas mi creatividad, alegras mis días, abrazas mis lágrimas y besas mi desesperación.

No quiero que esto se acabe, porque todo comenzó aquel día especial. “Qué nervios, la tengo muy cerca”, pensaba yo en aquella oscura sala de cine. A partir de ahí, has sido única en mi vida; primera en muchas cosas, única en todas. Te quiero, y te quiero de verdad. Realmente eres mi novia, y todavía no me lo creo.

Aproximadamente son dos meses, pero nuestra confianza me dice que llevamos cuatro siglos. Te acercabas porque yo “no te veía” por la oscuridad de la sala de cine. Cada vez más cerca, y cada vez más mariposas en mi estómago. A día de hoy, veo que las mariposas eran y son mutuas.

Me sorprendiste desde el primer momento, pero jamás pensé que esto fuera a llegar tan lejos, a pesar de que todavía nos queden infinidad de cosas por vivir juntos. El uno al lado del otro, a tu vera, a mi vera, tú y yo unidos hasta el infinito y más allá.

Quiero despertar todas las mañanas oliendo a ti. Luego quiero darme la vuelta, y observar lo más bello de este planeta; tú. Contemplar tus ojitos como aquella tarde en Punta Larga, no dejé de hacerlo.

En estos momentos, no dejan de caer lágrimas de mis ojos. Pero no son lágrimas cualesquiera, son lágrimas que gritan al infinito. Gritan y protestan; se quejan de haberte encontrado tan tarde, se quejan de que nadie las haya cuidado como es debido durante años, pero se alegran de salir de mis ojos por felicidad, no por tristeza.

Vive y sé feliz, me decían Timón y Pumba. Carpe Diem, me decía el poeta romano Horacio. Naces solo y mueres solo, digo yo. Todo esto y más, se une para demostrarme lo importante que eres en mi vida. Me dice que no me separe jamás de ti, que sería lo peor que haría en mi vida. Me obliga a quererte, pero sin forzarme, pues yo lo hago encantado.

Yo decía sálvame, sácame de aquí, cámbiame la vida, dale vueltas a mi ruleta de la suerte, pinta mis fotos en blanco y negro; y apareciste tú sin llamar la atención. Simplemente una conocida, amiga de mi mejor amigo. Como ya te dije, jamás pensé que llegase a tanto, pero no dejo de alegrarme día a día de que sea así. Como te dije antes, te quiero; pero no te quiero como antes. Te quiero muchísimo más. “¿Ves aquella montaña de allí? Pues desde aquí hasta allí por infinitas veces”, me dijiste eso unas horas después de nuestro primer beso, y jamás olvidaré esas palabras.

Recuérdalo siempre, monotonía cero.

©2012, Aarón Barreiro Moreno

Dedicación especial para Mónica Glez. Pérez


domingo, 27 de mayo de 2012

Una pluma, de Aarón B.


No es lo que yo pensaba, no esperaba algo así. Todo comenzó como una pluma pasajera en medio de un camino lleno de marcas y heridas. Esa pluma cada vez se hacía más fuerte, quizás ya no era una pluma cualquiera. Poco a poco se fue convirtiendo en una pluma más grande y fuerte, hasta hoy. Ahora, es la pluma más importante de mi vida. Reconozco mi miedo, en ocasiones, porque una brisa la haga desaparecer. Aun así, día a día tengo menos temor, pues mi pluma me dice que una simple brisa no es capaz de romper la unión entre ella y yo.

No la amo porque es preciosa; ni, como ella dice, es preciosa porque la amo. Simplemente, la amo por ser ella, una ligera pluma capaz de conquistar el corazón de alguien que en ningún momento pensó todo esto.

Para que lo entiendas mejor, te explico: imaginemos una persona que estaba en un momento de su vida en el que no pretendía nada en concreto, sino que deseaba un tiempo solo. Al aparecer una pluma pasajera, pensó: no por algo débil me voy a “atar” a ello. Esa persona se equivocaba, era la mejor pluma del planeta; fue una casualidad de la vida que apareciera. Lo más impresionante no fue que apareciera, sino que apareciera allí, y que apareciese en ese momento de la vida de aquella persona que deseaba la soledad.

Ahora, me he tatuado una pluma en el corazón, la cual no me deja respirar. Repito: “no me deja respirar”, algo esencial en el ser humano. Pero me da exactamente igual, pues me hace más feliz que nadie, ha cambiado la dinámica de mi vida. Ha puesto una guinda en mi tarta vital, ha añadido los efectos 3D a mi película de ciencia ficción.

En este momento sólo deseo que todo siga así, que no se acabe o se dañe este sueño, porque para mí es un sueño desde aquellos días tan románticos. Todo ha sido un maravilloso sueño de tres factores: tú, yo, y nuestro amor.

©2012, Aarón Barreiro Moreno.

Dedicación especial para Mónica Glez. Pérez


miércoles, 25 de abril de 2012

Memorias del mañana, de Aarón B.


El futuro me espera; yo espero un futuro. Recuerdos de un mañana, de mañanas a tu lado. A tu vera, una mañana de música, o una música matinal. Sin rencor, sin prejuicios, espero ese futuro lleno de magia y de musicalidad. Por mis venas se traza un recorrido de bellas melodías que me despiertan a la vez que me hacen soñar. Soñar contigo, soñar con la música. Una armonía futurista, en memoria de algo que está por venir. Un futuro maravilloso, lleno de esperanzas. Una nota, la nota, esa misma nota que se filtra por mis oídos y que llega hasta mi corazón en menos de una mañana. Escucha este sonido como si fuera el primero y el último. Mordentes de amor, apoyaturas de felicidad, notas de paso por el camino y alteraciones accidentales que me hacen más fuerte aún. Créeme, no hay nada mejor. Memorias del mañana. Escalas recorren toda una silueta corporal y arpegios saltean todas y cada una de tus curvas. Con mis ojos puedo escuchar el color de la música y con mis oídos puedo ver sentimientos de evasión. Una manera de evadirme de la realidad, de sonreír inventando y componiendo un nuevo mundo; mi mundo. Un mundo ficticio, inspirado en la realdad. Un mundo real, inspirado en mis sueños. Porque la música me hace soñar, porque me facilita la vida. Respiro gracias al oxígeno, pero el oxígeno existe gracias a la música. Una música del futuro, sin tener que ver con lo anterior, sino siendo completamente nueva. Recordar un pasado mediante el futuro e imaginar un futuro gracias al pasado.

©2012, Aarón Barreiro Moreno

Inspirado en “Memories of tomorrow”, Keith Jarrett.