El futuro me espera; yo espero un futuro.
Recuerdos de un mañana, de mañanas a tu lado. A tu vera, una mañana de música,
o una música matinal. Sin rencor, sin prejuicios, espero ese futuro lleno de
magia y de musicalidad. Por mis venas se traza un recorrido de bellas melodías
que me despiertan a la vez que me hacen soñar. Soñar contigo, soñar con la
música. Una armonía futurista, en memoria de algo que está por venir. Un futuro
maravilloso, lleno de esperanzas. Una nota, la nota, esa misma nota que se
filtra por mis oídos y que llega hasta mi corazón en menos de una mañana.
Escucha este sonido como si fuera el primero y el último. Mordentes de amor,
apoyaturas de felicidad, notas de paso por el camino y alteraciones
accidentales que me hacen más fuerte aún. Créeme, no hay nada mejor. Memorias
del mañana. Escalas recorren toda una silueta corporal y arpegios saltean todas
y cada una de tus curvas. Con mis ojos puedo escuchar el color de la música y
con mis oídos puedo ver sentimientos de evasión. Una manera de evadirme de la
realidad, de sonreír inventando y componiendo un nuevo mundo; mi mundo. Un
mundo ficticio, inspirado en la realdad. Un mundo real, inspirado en mis
sueños. Porque la música me hace soñar, porque me facilita la vida. Respiro
gracias al oxígeno, pero el oxígeno existe gracias a la música. Una música del
futuro, sin tener que ver con lo anterior, sino siendo completamente nueva.
Recordar un pasado mediante el futuro e imaginar un futuro gracias al pasado.
©2012, Aarón
Barreiro Moreno
Inspirado
en “Memories of tomorrow”, Keith Jarrett.
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